
Cierta vez en tierras de Duzat, cerca de la ciudad de Muzne, un cazador esparció granos de trigo sobre la hierba fresca y al mismo tiempo, colocó una fuerte red para cazar pájaros.
De pronto llegó un grupo de palomas hambrientas, y al ver desde lo alto aquel trigo, quisieron bajar a comerlo.
-No lo hagas – le dijo la paloma más vieja que era la jefe de la tribu y a la que llamaban Collarada-. Debe haber alguna trampa. ¿Por qué, si no, estos granos de trigo estarían ahí?
Pero las demás palomas, muertas de hambre, no le hicieron caso. Y toda la bandada se lanzo sobre los granos de trigo. En un abrir y cerrar de ojos todas quedaron prendidas en la red, y por más esfuerzos que hacían no lograban desasirse. Entonces empezaron a lamentarse de su suerte.
-No se desesperen, compañeras- les dijo la Collarada- Si me hacen caso, conseguiremos escapar.
-Estamos estamos dispuestas a obedecerte – exclamaron todas a la vez.
-Pues, entonces, hagan lo siguiente: reúnan sus fuerzas, abran las alas y todas al mismo tiempo echen a volar. Así lograrán levantar la red, y, aunque no quedarán libres, ahora de lo que se trata es de huir de aquí antes de que venga el cazador.
Lo hicieron así, y en seguida se vio cómo la gran red se echaba a volar con las palomas.
-Y ahora, síganme- volvió a decir la Collarada-. Iremos a ver a mi amigo el rey de los ratones, que morderá a los hijos de la red.
Poco después llegaron volando al río Gangaquí, orillas del cual se hallaba la madriguera de Zira, el rey de los ratones.
-Hermana, ¿Quién te puso en esta tribulación?
-preguntó Zira.
Y mientras la Collarada le contaba lo sucedido, el ratón empezó a roer la red, hasta que quedo rota en mil pedazos, y las palomas se vieron libres al fin. La ultima en salir de la red fue la Collarada, que decía al ratón:
-Amigo, corta primero los lazos de las otras palomas que ya cortarás después los míos.
-¿Es que no tienes duelo de ti?- preguntó extrañando Zira.
-No me culpes de lo que te digo-contesto la Collarada -, es que yo soy caudillo de estas palomas, y les aseguré que se librarían de esta cuita por mí. Como ellas lo hicieron obeciéndome lealmente, es obligación que yo lo haga así. Y si comenzaras a roer mis lazos y te cansaras, te enojaría roer lo de ellas. Pero, si soy la última, aunque te enojes y canses, no querrás terminar hasta que me libres de esto en que estoy.
Cuando Zira acabó su trabajo, dijo a las palomas:
-Amigas recuerden que siempre debemos ser prudentes, pues el mundo está lleno de trampas y peligros: No confíen nunca de una presa demasiado fácil. Y sobre todo sigan los consejos de quien tiene más experiencia que ustedes.
Luego, mientras la bandada de palomas se alejaba volando, Zira regresó a su madriguera, contento por haber hecho una buena obra.
Esta fábula está tomada del célebre apólogo
La paloma Collarada
ANALIZO EL TEXTO E INTERPRETO
1. Señala el lugar donde estaban los granos de trigo.
- _____________________________________
2. Marca con X la respuesta correcta
*Las palomas se lanzaron sobre los granos de trigo porque.
Caudillo - Sufrimiento o congoja. Tribulación - Hueco en el que se ocultan y crian algunos animales pequeños. Madriguera - Pena o dolor moral.Cuita - Hombre que ostenta al mando supremo de una fuerza armada.
4. Une cada enunciado con el animal que lo dijo
- Hermana ¿Quién te puso en esta tribulación? - El ratón.
- Estamos dispuestas a obedecerte. - Las palomas.
- Amigo, corta los lazos de las otras palomas ...
ARGUMENTO
5. Subraya la razón por la cual la Collarada le pidió al ratón que la liberara de última:
· Quería descansar del vuelo
· Necesitaba comer un poco de trigo
· Era solidaria con las demás palomas
· Quería llevarse la red para su casa
PROPONGO
6. Lee el refrán y selecciona la respuesta correcta
Las palomas aplicaron este refrán cuando:
No hay comentarios:
Publicar un comentario